"Aprendiendo a ladrar" de Mario Benedetti.

Aprendiendo a ladrar. Mario Benedetti

Lo cierto es que fueron años de arduo y pragmático aprendizaje, con lapsos de desalineamiento en los que estuvo a punto de desistir. Pero al fin triunfó la perseverancia y Raimundo aprendió a ladrar.
No a imitar ladridos, como suelen hacer algunos chistosos o que se creen tales, sino verdaderamente a ladrar.
¿Qué lo había impulsado a ese adiestramiento? Ante sus amigos se auto flagelaba con humor: "La verdad es que ladro por no llorar". Sin embargo, la razón más valedera era su amor casi franciscano hacia sus hermanos perros. Amor es comunicación. ¿Cómo amar entonces sin comunicarse?
Para Raimundo representó un día de gloria cuando su ladrido fue por fin comprendido por Leo, su hermano perro, y (algo más extraordinario aún) él comprendió el ladrido de Leo. A partir de ese día Raimundo y Leo se tendían, por lo general en los atardeceres, bajo la glorieta y dialogaban sobre temas generales.
A pesar de su amor por los hermanos perros, Raimundo nunca había imaginado que Leo tuviera una tan sagaz visión del mundo. Por fin, una tarde se animó a preguntarle, en varios sobrios ladridos: "Dime, Leo, con toda franqueza: ¿qué opinas de mi forma de ladrar?". La respuesta de Leo fue bastante escueta y sincera: "Yo diría que lo haces bastante bien, pero tendrás que mejorar. Cuando ladras, todavía se te nota el acento humano”.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Felicidades...17 meses perreando juntos...



Como guardían no tiene precio


El agua... de lejos...

Floreando es única...


Seria... muy seria...

Tiene amigos con "mucha cola"...

Bien planta...

Teatro... puro teatro...

Como supervisora artística no tiene precio...

¿Dónde están esos malditos roedores?...a

En las distancias cortas gana mucho...

Arte y campo...

Amapolendo... que es primavera...

miércoles, 21 de mayo de 2014

Galgos form Albacete en Germany...

Añadir leyenda

Erika...

Westle...

Paseo primaveral de Inma y Leo...


¿Cuantasm veces te tengo que decir que adoptes?...


Aproiximación Can-ina...


Valentín... valentín...

viernes, 16 de mayo de 2014

jueves, 15 de mayo de 2014

Inaguración del primer Aquapark canino de España

El próximo 8 de junio abre sus puertas el primer Aquapark canino: AQUA PARK CANINO CAN JANÉ.


aquapark canino can jane
A menos de 30 minutos del centro de Barcelona y a sólo 35 minutos de Girona capital, el Resort Canino Can Jané amplía sus instalaciones con el exclusivo Aquapark canino, único en todo el pais.
El Resort contará para su nuevo Aquapark canino con un impresionante lago artificial de 1.000 m2 de superficie con una profundidad entre 0cm y 60 cm ideal para cualquier tamaño de perro rodeado de otros 5.000 m2 de zona ajardinada en los que se podrá disfrutar de divertidas jornadas “acuáticas” acompañados de nuestras mascotas.

Ver Can Janè en un mapa más grande

Inaguración del primer Aquapark canino de España

El próximo 8 de junio abre sus puertas el primer Aquapark canino: AQUA PARK CANINO CAN JANÉ.


aquapark canino can jane
A menos de 30 minutos del centro de Barcelona y a sólo 35 minutos de Girona capital, el Resort Canino Can Jané amplía sus instalaciones con el exclusivo Aquapark canino, único en todo el pais.
El Resort contará para su nuevo Aquapark canino con un impresionante lago artificial de 1.000 m2 de superficie con una profundidad entre 0cm y 60 cm ideal para cualquier tamaño de perro rodeado de otros 5.000 m2 de zona ajardinada en los que se podrá disfrutar de divertidas jornadas “acuáticas” acompañados de nuestras mascotas.

Ver Can Janè en un mapa más grande

Aprendiendo a ladrar. Mario Benedetti

Lo cierto es que fueron años de arduo y pragmático aprendizaje, con lapsos de desalineamiento en los que estuvo a punto de desistir. Pero al fin triunfó la perseverancia y Raimundo aprendió a ladrar. 
No a imitar ladridos, como suelen hacer algunos chistosos o que se creen tales, sino verdaderamente a ladrar. 
¿Qué lo había impulsado a ese adiestramiento? Ante sus amigos se auto flagelaba con humor: "La verdad es que ladro por no llorar". Sin embargo, la razón más valedera era su amor casi franciscano hacia sus hermanos perros. Amor es comunicación. ¿Cómo amar entonces sin comunicarse? 
Para Raimundo representó un día de gloria cuando su ladrido fue por fin comprendido por Leo, su hermano perro, y (algo más extraordinario aún) él comprendió el ladrido de Leo. A partir de ese día Raimundo y Leo se tendían, por lo general en los atardeceres, bajo la glorieta y dialogaban sobre temas generales. 
A pesar de su amor por los hermanos perros, Raimundo nunca había imaginado que Leo tuviera una tan sagaz visión del mundo. Por fin, una tarde se animó a preguntarle, en varios sobrios ladridos: "Dime, Leo, con toda franqueza: ¿qué opinas de mi forma de ladrar?". La respuesta de Leo fue bastante escueta y sincera: "Yo diría que lo haces bastante bien, pero tendrás que mejorar. Cuando ladras, todavía se te nota el acento humano”.