"Aprendiendo a ladrar" de Mario Benedetti.

Aprendiendo a ladrar. Mario Benedetti

Lo cierto es que fueron años de arduo y pragmático aprendizaje, con lapsos de desalineamiento en los que estuvo a punto de desistir. Pero al fin triunfó la perseverancia y Raimundo aprendió a ladrar.
No a imitar ladridos, como suelen hacer algunos chistosos o que se creen tales, sino verdaderamente a ladrar.
¿Qué lo había impulsado a ese adiestramiento? Ante sus amigos se auto flagelaba con humor: "La verdad es que ladro por no llorar". Sin embargo, la razón más valedera era su amor casi franciscano hacia sus hermanos perros. Amor es comunicación. ¿Cómo amar entonces sin comunicarse?
Para Raimundo representó un día de gloria cuando su ladrido fue por fin comprendido por Leo, su hermano perro, y (algo más extraordinario aún) él comprendió el ladrido de Leo. A partir de ese día Raimundo y Leo se tendían, por lo general en los atardeceres, bajo la glorieta y dialogaban sobre temas generales.
A pesar de su amor por los hermanos perros, Raimundo nunca había imaginado que Leo tuviera una tan sagaz visión del mundo. Por fin, una tarde se animó a preguntarle, en varios sobrios ladridos: "Dime, Leo, con toda franqueza: ¿qué opinas de mi forma de ladrar?". La respuesta de Leo fue bastante escueta y sincera: "Yo diría que lo haces bastante bien, pero tendrás que mejorar. Cuando ladras, todavía se te nota el acento humano”.

miércoles, 3 de abril de 2013

Tu canal de Mascotas

Perros y dueños, parecidos más que razonables

El carácter amable o más nervioso del can se refleja en la forma de comportarse de su propietario, afirman los expertos
  • Por EVA SAN MARTÍN
  • Última actualización: 2 de abril de 2013
- Imagen: Duane Brayboy -El perro y su dueño son un espejo. Al menos en cuanto a ciertas características de su carácter, afirman los expertos. Mientras que el propietario de un pequeño chihuahua o yorkshire tiende a ser creativo y dinámico, vivir con un galgo o un beagle es casi una garantía de ser una persona más amable de lo habitual. Este artículo explica cómo el can revela nuestra personalidad y cómo escogemos al compañero peludo en función de nuestro carácter. También recoge imágenes de perros y dueños con parecidos físicos más que razonables.

Perros y sus dueños tienen una personalidad parecida

El perro con el que se comparte la vida ofrece valiosa información sobre sus dueños. En concreto, revela nuestra personalidad, afirman los expertos.
Esto implica que los parecidos razonables entre algunos canes y sus propietarios no se queda en algunas llamativas semejanzas en su aspecto físico: los perros y humanos que conviven se comportan de un modo muy similar, concluye un estudio realizado por los investigadores Jo Fearon y Lance Workman, y presentado en la Sociedad Británica de Psicología.
Los resultados de la investigación sugieren que es posible predecir la personalidad de alguien en función del perro que ha elegido para vivir.
Las personas suelen elegir perros con un carácter similar al suyo
Diferentes tipos de personas se interesan por distintos tipos de peludos compañeros. En concreto, por aquellos que tienen un comportamiento y carácter más semejante al suyo.
De esta forma, una persona extrovertida es más fácil que escoja a un pastor alemán o a un bulldog como compañero vital. Mientras que tener en casa a un galgo o a un simpático beagle revelaría que somos personas estables, amables y poco tendentes a los desequilibrios emocionales.
Por su parte, los amantes de los perros pequeños, como el chihuaua o el yorkshire, serían personas dinámicas, amantes de los cambios. La relación, en este caso, se explica por una cuestión de tamaño: es más sencillo viajar y modificar de escenario con un can diminuto que con otro de gran envergadura.
"Parece claro que gente con distinto tipo de personalidad se siente atraída hacia diferentes tipos y razas de canes", afirman los científicos. Los investigadores han estudiado a un total de 1.000 propietarios de animales, que fueron preguntados acerca de sus canes, aficiones, personalidad y formas de vida.

Dime con qué perro andas...

- Imagen: Tobyotter -
Ningún perro es igual a otro: como las personas, cada can tiene su propio carácter. Pero, al igual que es posible hablar de personalidades extrovertidas, tímidas o inquietas en los humanos, también existen algunas características del perro que les define. Los científicos suelen agrupar a los canes en siete categorías, en función de sus características y personalidad:
1. Perros de campo. Entre ellos incluyen al golden retriever.
2. Perros de caza, donde encuadran al galgo y al beagle.
3. Perros pastores, como el pastor alemán o el collie.
4. Perros terrier, como el staffordshire
5. Perros toy o pequeños, como el chihuahua o el yorkshire.
6. Perros de utilidad, como el bulldog.
7. Perros trabajadores, como el doberman.
El carácter de un perro viene marcado por el tipo de tipo de vida o tareas que desarrolla. Lo mismo suele ocurrir entre las personas. Por ello, los expertos señalan que quienes eligen a un perro pastor o de utilidad suelen ser personas más extrovertidas, sociales y habladoras. Y quienes conviven con un perro campero o educado lejos de la ciudad, como un galgo o un beagle, destacan por ser afables y generosas.
Por otra parte, los dueños de animales terrier o de trabajo, perros que ofrecen su tiempo a cuidar a otras personas o desarrollar tareas concretas -como los perros de rescate o los canes asistencia- suelen gozar de un carácter empático, que les permite comprender mejor los sentimientos ajenos.

Amor entre canes y personas

Perros y personas comparten, a su modo, parte de la química del enamoramiento
Es normal que cuando pensamos en convivir con un can busquemos a uno que se parezca en algo a nosotros. El can, además, debe encajar con el estilo de vida de la persona, con el fin de que la adopción sea exitosa. Quien opte por un perro activo, como el beagle, debe ser consciente de que el animal necesitará hacer ejercicio a menudo.
Tener en cuenta las características del animal y lograr que encajen con las propias ayuda, además, a reducir el número de abandonos. Los polos similares, en este caso, se atraen.
En resumen, el amor no exclusivo de las relaciones entre personas. Perros y humanos también se sienten atraídos entre sí. E incluso comparten (a su modo) parte de la química del enamoramiento.

Perros y dueños: dos gotas de agua

Existen parecidos sorprendentes entre algunas personas y sus dueños. El estudio de Jo Fearon y Lance Workman, de la Sociedad Británica de Psicología, arroja luz sobre este hecho. Y ayuda a entender por qué los perros y sus dueños tienen en ocasiones un carácter tan similar.
Sin embargo, las coincidencias entre los humanos y canes que comparten su vida no se reducen a su carácter. Algunos, además, se asemejan en lo físico. Y, en ocasiones, de un modo espectacular.
Valgan como ejemplos este vídeo y esta peculiar galería de fotos, que muestran parecidos más que razonables entre dueños y sus perros.

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