"Aprendiendo a ladrar" de Mario Benedetti.

Aprendiendo a ladrar. Mario Benedetti

Lo cierto es que fueron años de arduo y pragmático aprendizaje, con lapsos de desalineamiento en los que estuvo a punto de desistir. Pero al fin triunfó la perseverancia y Raimundo aprendió a ladrar.
No a imitar ladridos, como suelen hacer algunos chistosos o que se creen tales, sino verdaderamente a ladrar.
¿Qué lo había impulsado a ese adiestramiento? Ante sus amigos se auto flagelaba con humor: "La verdad es que ladro por no llorar". Sin embargo, la razón más valedera era su amor casi franciscano hacia sus hermanos perros. Amor es comunicación. ¿Cómo amar entonces sin comunicarse?
Para Raimundo representó un día de gloria cuando su ladrido fue por fin comprendido por Leo, su hermano perro, y (algo más extraordinario aún) él comprendió el ladrido de Leo. A partir de ese día Raimundo y Leo se tendían, por lo general en los atardeceres, bajo la glorieta y dialogaban sobre temas generales.
A pesar de su amor por los hermanos perros, Raimundo nunca había imaginado que Leo tuviera una tan sagaz visión del mundo. Por fin, una tarde se animó a preguntarle, en varios sobrios ladridos: "Dime, Leo, con toda franqueza: ¿qué opinas de mi forma de ladrar?". La respuesta de Leo fue bastante escueta y sincera: "Yo diría que lo haces bastante bien, pero tendrás que mejorar. Cuando ladras, todavía se te nota el acento humano”.

domingo, 21 de abril de 2019

"... La mirada se acuesta como un perro,
sin siquiera el recurso de mover una cola..."
de Exilios, Ida Vitale.

sábado, 20 de abril de 2019

‘Los nadies’, de Eduardo Galeano (1940)
Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los na-
dies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto
la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la
buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en
lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los na-
dies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se le-
vanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de
escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la
Liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica
Roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

jueves, 18 de abril de 2019

Juanito... de Pepe Baena... y otros orejotas...




Eayo...


5 pintores con sus perros...



5 pintores famosos locos por sus perros

Está claro, todo el mundo que tiene un perro piensa que su cachorro es una increíble obra de arte. Un simple vistazo y se ve claramente que es una obra maestra.
Cuando te preguntan cómo lo describirías, se ve en tus ojos, aunque sus ojos no sean regulares,  son del color del océano. Su piel, a diferencia de cualquier otra piel vista antes, tiene un parecido a la seda.
Seguro que tus amigos piensan que estás obsesionado con tu perro, pero no te entienden. Es tu vida, tu alegría de vivir. El negar al mundo su belleza sería una tragedia!!!
Está bien, si estás de acuerdo – entonces tal vez has ido un poco demasiado lejos. Pero si te hace sentir mejor, asegúrate de enseñar a tus amigos esta lista de 5 pintores famosos que estaban locos por los perros!

1. Frida Kahlo
Aunque Frida Kahlo es más conocida por sus auto-retratos, a menudo se la encontró pintando a sus numerosos perros!
Frida era una gran amante de los animales en general, y gracias a la compañía de sus cachorros Itzcuintli tuvo mucha alegría en su casa. Considerará a sus perretes como su familia.
2. Andy Warhol
Mucho más bonito que su lata de sopa, Archie, el Dachshund de Andy Warhol era a menudo el tema de sus obras post-modernas de arte. Mientras Warhol al principio no quería  tener un perro, su novio Jed Johnson le convenció. Archie y Warhol pronto se hicieron populares, y los dos raramente podían verse uno sin el otro!
3. Pablo Picasso
Si bien el nombre de Lump puede sonar bastante raro, estamos seguros de que sí reconoce el nombre de su propietario! Aunque originalmente, este perro salchicha, no le perteneciera, era de un amigo, David Duncan. Al ver el amor que sentían uno por el otro, Duncan fue incapaz de separarlos.  Lump le fue fiel  hasta 10 días antes la muerte de Pablo.
4. Jackson Pollock
Aunque el estilo de arte tan particular de Pollock no le dejó mucho espacio para interoperar con sus amigos caninos, no les impidió ser sus guías. Pollock, alcohólico, recurría a su arte y a sus perros como forma de terapia en momentos de problemas. Pollock se puede ver en compañía de perros desde su infancia hasta su muerte en 1956.
5. David Hockney
Posiblemente el artista más obsesionado de nuestra lista, David Hockney ha pintado – sí, cientos de retratos de sus dos perros, Stanley y Boodgie. Aunque no podemos estar seguros exactamente de qué raza se trata, vemos que lo que atrae a los pintores son los perros salchicha, parecen ser la clave para la creatividad.

lunes, 1 de abril de 2019

Leguleyos, perros y otras anecdotas...

El perro abandonado en la gasolinera me mira sin luz en los ojos y yo le respondo a su mirada con otra sin luz en los ojos.Me pregunta por la crueldad del hombre y yo le respondo.Por lo menos perro de ti se apiadan.A los hombres abandonados en las gasolineras nos queda el sufrimiento de las obviedades del hedonismo social.Prefiero ser perro, gracias -y siguió esperando una caricia-.Llené el depósito y preferí ser perro.
Me gusta
Comentar
Comentarios