Lo cierto es que fueron años de arduo y pragmático aprendizaje, con lapsos de desalineamiento en los que estuvo a punto de desistir. Pero al fin triunfó la perseverancia y Raimundo aprendió a ladrar.
No a imitar ladridos, como suelen hacer algunos chistosos o que se creen tales, sino verdaderamente a ladrar.
¿Qué lo había impulsado a ese adiestramiento? Ante sus amigos se auto flagelaba con humor: "La verdad es que ladro por no llorar". Sin embargo, la razón más valedera era su amor casi franciscano hacia sus hermanos perros. Amor es comunicación. ¿Cómo amar entonces sin comunicarse?
Para Raimundo representó un día de gloria cuando su ladrido fue por fin comprendido por Leo, su hermano perro, y (algo más extraordinario aún) él comprendió el ladrido de Leo. A partir de ese día Raimundo y Leo se tendían, por lo general en los atardeceres, bajo la glorieta y dialogaban sobre temas generales.
A pesar de su amor por los hermanos perros, Raimundo nunca había imaginado que Leo tuviera una tan sagaz visión del mundo. Por fin, una tarde se animó a preguntarle, en varios sobrios ladridos: "Dime, Leo, con toda franqueza: ¿qué opinas de mi forma de ladrar?". La respuesta de Leo fue bastante escueta y sincera: "Yo diría que lo haces bastante bien, pero tendrás que mejorar. Cuando ladras, todavía se te nota el acento humano”.
"Aprendiendo a ladrar" de Mario Benedetti.
Aprendiendo a ladrar. Mario Benedetti
lunes, 6 de abril de 2015
Rebelión perruna...
La historia narra la sublevación de los perros mestizos contra los hombres cuando estos últimos aprueban una ley que da preferencia a los perros de raza, obligando a pagar a los propietarios de perros mestizos unos impuestos desorbitados. A consecuencia de la ley, muchos propietarios deciden abandonar a sus mestizos, causando que las perreras se vean desbordadas y obligando a los perros a revelarse.
Dentro del argumento general de la película transcurre la historia entre Hagen y Lili. Tras la aplicación de la ley, el padre de Lili abandona a Hagen pese a la negativa de su hija. A partir de ese momento, Lili y Hagen ambos se buscan desesperadamente pero sin éxito por las calles de ese Budapest apocalíptico.
Los perros se revelan contra los humanos en la película “Dios Blanco”
La película del director húngaro Kornél Mundruczó, “Dios Blanco”, ha recibido el premio Un Certain Regard en el último Festival de Cannes. La prensa especializada también ha elogiado y alabado esta cinta en donde los perros se revelan contra la humanidad.
La historia narra la sublevación de los perros mestizos contra los hombres cuando estos últimos aprueban una ley que da preferencia a los perros de raza, obligando a pagar a los propietarios de perros mestizos unos impuestos desorbitados. A consecuencia de la ley, muchos propietarios deciden abandonar a sus mestizos, causando que las perreras se vean desbordadas y obligando a los perros a revelarse.
Dentro del argumento general de la película transcurre la historia entre Hagen y Lili. Tras la aplicación de la ley, el padre de Lili abandona a Hagen pese a la negativa de su hija. A partir de ese momento, Lili y Hagen ambos se buscan desesperadamente pero sin éxito por las calles de ese Budapest apocalíptico.
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