"Aprendiendo a ladrar" de Mario Benedetti.

Aprendiendo a ladrar. Mario Benedetti

Lo cierto es que fueron años de arduo y pragmático aprendizaje, con lapsos de desalineamiento en los que estuvo a punto de desistir. Pero al fin triunfó la perseverancia y Raimundo aprendió a ladrar.
No a imitar ladridos, como suelen hacer algunos chistosos o que se creen tales, sino verdaderamente a ladrar.
¿Qué lo había impulsado a ese adiestramiento? Ante sus amigos se auto flagelaba con humor: "La verdad es que ladro por no llorar". Sin embargo, la razón más valedera era su amor casi franciscano hacia sus hermanos perros. Amor es comunicación. ¿Cómo amar entonces sin comunicarse?
Para Raimundo representó un día de gloria cuando su ladrido fue por fin comprendido por Leo, su hermano perro, y (algo más extraordinario aún) él comprendió el ladrido de Leo. A partir de ese día Raimundo y Leo se tendían, por lo general en los atardeceres, bajo la glorieta y dialogaban sobre temas generales.
A pesar de su amor por los hermanos perros, Raimundo nunca había imaginado que Leo tuviera una tan sagaz visión del mundo. Por fin, una tarde se animó a preguntarle, en varios sobrios ladridos: "Dime, Leo, con toda franqueza: ¿qué opinas de mi forma de ladrar?". La respuesta de Leo fue bastante escueta y sincera: "Yo diría que lo haces bastante bien, pero tendrás que mejorar. Cuando ladras, todavía se te nota el acento humano”.

jueves, 2 de abril de 2015

Risa...pulgoso-patan

La risa de los perros y su sentido del humor

Hasta hace poco se pensaba que la risa y el sentido del humor eran cualidades únicamente humanas, pero varias investigaciones en el estudio del comportamiento animal parecen demostrar que algunos animales sociales como los perros también podrían compartir con nosotros esas exhalaciones lúdicas e involuntarias a las que llamamos risa.

¿Qué es la risa?

El llanto y la risa son las primeras habilidades comunicativas que empleamos para expresar lo que sentimos antes de ser capaces de hacerlo con palabras. De algún modo la risa actúa como un lubricante social innato a la hora de expresar nuestro estado emocional.
Su mecanismo fisiológico se traduce en una respiración entrecortada producida principalmente como una respuesta del sistema límbico (la parte del cerebro encargada de gestionar las emociones) cuando recibimos una agradable sorpresa, a modo de respuesta social por un triunfo conseguido o como una expresión compartida de alivio.
La risa es un recurso social utilizado para formar vínculos afectivos e incluso como un modo de interacción para definir la pertenencia al grupo social (no es lo mismo reírnos con nuestro grupo que el que un grupo se ría de nosotros).
Quienes estudian el mecanismo de la risa señalan que uno de sus principios básicos son las cosquillas, las cuales tienen su origen en el acicalamiento social. ¿Has intentado alguna vez hacerte cosquillas a ti mism@? Es algo casi tan difícil como reírse solo, ya que la risa, ante todo, es social.

La risa animal

¿Somos los seres humanos los únicos animales capaces de reír? Todas las investigaciones llevadas a cabo en esta materia parecen indicar que otros animales sociales también son capaces de echarse unas risas.
Los grandes simios saben reír, y de hecho lo hacen de un modo bastante similar a nosotros. Pero lo que resulta mucho más sorprendente es que otros animales como los perros e incluso las ratas parecen tener también su particular forma de reír. Una risa que aunque no sea exactamente igual a la nuestra, se asemeja en ciertos aspectos a ella.
La “risa” de rata:
A las ratas les gusta que les hagan cosquillas rascándoles la tripa. Cuando esto sucede emiten una especie de chillido que ha demostrado estar asociado con estados emocionales positivos y la formación de vínculos sociales. Las ratas a las que los investigadores hacían cosquillas las buscaban activamente, e incluso eran más propensas al juego que el resto de ratas no “cosquilleadas”. También se descubrió que las ratas emitían ese chillido cuando jugaban a luchar entre ellas, antes de recibir una recompensa o en momentos previos al apareamiento. Todo esto parece indicar que ese chillido guarda ciertas semejanzas con la risa como una forma de expresar su gozo en un contexto social.


No hay comentarios:

Publicar un comentario